domingo, 7 de agosto de 2011

Relmutray Cadin Calfunao vuelve al Wallmapu


El reecuentro de la familia Cadín Calfunao. (jm-kepepress-wmft) Lonko Juana Calfunao Paillaléf y su hija Relmutray Cadín Calfunao llegan al aeropuerto de Stgo de $hile el lunes 8 de agosto a las 11.30 hs en un vuelo procedente de Europa.
Organismos y comuneros del pueblo Mapuche, de DDHH, políticos y sociales chilenos e internacionales acudirán al aeropuerto para darle la bienvenida a Relmutray a su tierra natal junto a su madre, la lonko de la comunidad Juan Paillaléf Juana Calfunao quién viajó a Europa a reecontrase con Relmutray tras 4 años de encarcelamiento de la lonko y 5 de exilio de Relmutray.
El werkén de la comunidad Juan Paillaléf y del Wallmapu Futa Trawún y padre de Relmu, Antonio Cadín viajó desde Temuco a la capital chilena para reencontrarse con su hija tras años de alejamiento.
La familia Cadin Calfunao comienza de esta forma su reencuentro una ves que el estado chileno les persiguiera por su inclaudicable lucha por sus derechos y dignidad del pueblo nación Mapuche.
El werkén Cadín nos informa que el lunes descansarán en Santiago, para viajar a Temuko, Wallmapu el martes 9 y llegar a esa región Mapuche el miércoles en que proseguirán los actos de bienvenida a la menor Relmutray con actividades espirituales y sociales por parte de la comunidad mapuche y no mapuche.


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Relmutray vuelve al Wallmapu

Niña mapuche desgarrada por colisión de valores entre dos sociedades


Por Reynaldo Mariqueo – 7 de Agosto, 2011


La Lonko Juana Calfunao y su hija Relmutray vuelven hoy, vía Santiago, desde Ginebra al Wallmapu*. Este es un viaje envuelto en cierta polémica, ya que está concernido por una controvertida decisión médica por la cual se permite el retorno de Relmutray, a pesar de que con ello se pone en riesgo su delicado estado de salud.

Relmutray sufrió una severa descompensación psicológica como consecuencia de la indiscriminada y sistemática represión policial que sufrió cuando era pequeña en su comunidad. Considerando que la represión a la que es objeto su comunidad no ha variado, se teme que la decisión de las autoridades de Suiza, al permitir su retorno a Chile, sea perjudicial para la niña. El situarla en el mismo entorno de inseguridad y violencia podría motivar de nuevo un trauma con nefastas consecuencias para la salud de la joven mapuche. Este pudiera ser un caso de doble estándar y de vulneración de la Convención sobre los Derechos del Niño.

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Después de innumerables trámites burocráticos y obstáculos de diversa índole, el 21 de febrero de este año, la Lonko Juana logró una autorización judicial para ausentarse del país, logrando finalmente, el 15 de marzo pasado, viajar a Suiza. Al constatar el estado de salud de su hija y el pronóstico de los doctores de que su tratamiento se prolongaría por meses, la Lonko Juana hizo los trámites correspondientes para obtener la extensión de su permiso en Suiza, solicitud que eventualmente fue concedida hasta el 15 de julio. Sin embargo, el retorno de la Lonko Juana se extendió más allá del permiso concedido por las autoridades chilenas, colocándola técnicamente en calidad de prófuga de la “justicia”, poniendo en peligro su libertad.

Invitada por organizaciones solidarias con la causa del pueblo Mapuche, la autoridad mapuche cumplió una apretada agenda de actividades en Europa. Además de visitar Suiza, viajó a varios países de la Unión Europea durante los más de 4 meses y medio de su permanencia en dicho continente. En efecto, pudo exponer en diversos foros internacionales el estado de represión que sufre el pueblo Mapuche en su lucha por la restitución de sus derechos como pueblo, hoy negados por los estados de Chile y Argentina. También tuvo la ocasión para relatar directamente al público europeo su testimonio sobre la persecución política que ella y toda su familia ha sido objeto tanto por el régimen militar del General Pinochet como durante los últimos 20 años de régimen democrático.


En Bruselas, y dos veces en Ginebra, la Lonko Calfunao tuvo ocasión de encontrarse con la ex presidenta chilena Michelle Bachelet; frente a frente y en su propia cara criticó su actitud racista contra el pueblo Mapuche, en particular contra las mujeres y niños mapuches. Para la Lonko Juana, “Bachelet es indigna para desempeñar un cargo en las Naciones Unidas y menos aún sobre los derechos de la mujer”.

Imagen: Lonko Juana Calfunao y Michelle Bachelet

Como todos los mapuches y las organizaciones de derechos humanos saben, durante su Gobierno se aplicó de manera generalizada la Ley Antiterrorista que dio carta blanca a policías y fiscales para cometer todo tipo de abusos contra los activistas mapuches. Decenas de comunidades fueron allanadas, hubo cientos de detenidos incluyendo ancianos, mujeres y niños, muchos de ellos torturados. Dos jóvenes mapuches fueron brutalmente asesinados, otro (José Huenante) de 16 años desapareció después de ser detenido por la policía.

Es por ello que la Lonko Juana tiene sobradas razones para interrumpir los discursos de la ex mandataria chilena ya que durante su Gobierno se promulgó una ley especial que llevó a la lonko Juana Calfunao a ser encarcelada durante cuatro años por ‘ofender’ a un fiscal, a pesar de que entonces los fiscales no eran considerados “autoridades”. El gobierno de Bachelet aprobó una ley relámpago que aplicaron de manera retroactiva, para de esta forma mantener a ella, y a toda su familia, encarcelada, exceptuando a su hija menor Relmutray quien entonces tenía tan sólo 8 años. Cuando la Lonko protestaba por el estado de indefensión en que se encontraba su hija, como castigo adicional, las autoridades carcelarias la amenazaron con internar a su hija a una casa de huérfanos.

Viaje de Relmutray a Europa

Al informarse de la detención de toda su familia y considerando el peligro en que se encontraba, la niña fue sacada de Chile en septiembre de 2008 por su tía Rayen Calfunao, residente en Suiza. Al llegar a Suiza, Rayen y Relmutray solicitaron asilo político, aunque en un principio fue rechazado, felizmente Suiza no la deportó y dicha solicitud sigue en trámite.

Han transcurrido casi 3 años de su permanencia en Suiza y la Lonko Calfunao fue liberada pero con arraigo nacional. La niña sentía deseos de encontrarse con su madre, pero la perspectiva de volver a su comunidad provocó en ella síntomas de ansiedad. La Lonko Juana al informarse del estado de salud de su hija le transmitió a su hermana Rayen sus deseos de ir a sacarla de su exilio involuntario, y tan pronto tuvo la oportunidad viajó con este propósito a Ginebra, creyendo que con el retorno a su comunidad y su reintegración al núcleo familiar aliviaría la profunda aflicción que la embargaba. Sin embargo, la idea de volver a Chile acentuó dramáticamente la amplia gama de reacciones emocionales que la niña venía padeciendo, inicialmente atribuido (por la familia) como una fase de rebeldía, propios de muchos niños de su edad; los síntomas de estrés y depresión, fueron diagnosticados tras un examen médico al sufrir una severa descompensación sicológica.

Como es comprensible, el encuentro entre madre e hija no pudo ser más emocional entre ambas. Sin embargo, además de expresar tal alegría al ver a su madre, inexplicablemente, los síntomas de Relmutray, propios de aquellas personas que padecen trastorno por estrés postraumático (TEPT), se acentuaron dramáticamente. Presumiblemente, al ver de nuevo a su madre emergieron a la superficie los horrorosos recuerdos y las experiencias traumáticas de su niñez; esta vez multiplicadas al presentarse la posibilidad real de volver a Chile y revivir nuevamente esa pesadilla que obligó inicialmente a la familia sacarla del país. “Nos van a encarcelar” - murmuraba de manera resignada-, y… “¿dónde voy a vivir? si no tenemos casa”, repetía una y otra vez, en un estado de extrema ansiedad, según nos cuenta su tía Rayen.

Las Causas del Estrés Postraumático de Relmutray

Durante los 2 años y medio en Ginebra, Relmutray disfrutó de paz y respiró el aire de libertad de la sociedad suiza, y a pesar de su corta edad, creo mecanismos sicológicos para bloquear recuerdos traumáticos que vivió y presenció en Chile. Traslada a un país donde pudo disfrutar de un ambiente familiar estable de seguridad y tranquilidad, se había gradualmente integrado y había adquirido el estilo de vida de la nueva sociedad, del mismo modo que intuitivamente su percepción más optimista, al contemplar la vida desde otra perspectiva, iba también cambiando. Las pesadillas nocturnas fueron menos frecuentes, le fue perdiendo el miedo a la policía y se fue creando la noción de que su casa ya no iba a ser allanada, incendiada o baleada por desconocidos durante la noche.

Los síntomas del trastorno por estrés postraumático que ella sufre son comunes en adultos y niños que han vivido experiencias traumáticas, ya sean en los campos de refugiados de guerras o desastres naturales. La guerra de baja intensidad (según algunos analistas) que vive el pueblo Mapuche tiene para los niños efectos de una guerra de amplia escala, causando los traumas que sufre Relmutray. Los síntomas son propios de personas que sufren ansiedad crónica; durante años Relmutray debió presenciar acciones de extrema violencia y terror policial en contra de su familia, en particular hacia sus padres y hermanos. Los allanamientos reiterados, la represión indiscriminada, las torturas infligida a su madre y su familia, los disparos de la policía dirigidos a la Lonko Juana en la que en una ocasión resultó herido por balines de plomo el caballo que montaba (balas que sin dudas iban dirigidas a su madre) y la muerte de su perrito regalón por la policía son sólo algunos ejemplos.

La casa de la Lonko Juana Calfunao fue incendiada tres veces por desconocidos, causando en uno de tales incendios la muerte de Basilio Coñoenao (tío de la Lonko Juana), tragedia sucedida cuando la Lonko y su familia se encontraban fuera de su comunidad. Los ataques incendiarios que la familia sufría, y aún sufre constantemente, forman parte de ese ambiente de terror y violencia, que incluye baleos esporádicos a su casa durante la noche, presumiblemente por los trabajadores o delincuentes contratados por los latifundistas de la zona, orientados a intimidarlos para que desistan de sus demandas de justicia. En uno de los tantos testimonios dado a conocer por la familia Calfunao Paillalef, relataban cómo en una tarde fueron engañados por los gritos desesperados provenientes de un río que pasa a escasos metros de su casa, seguidamente todos fueron a investigar lo que sucedía, dejando sola en casa (tan sólo por unos minutos) a Relmutray, al volver la mirada hacia atrás vieron la casa en llamas, la niña salvó la vida por segundos.

En otra ocasión, testigos presenciales relataron como Relmutray lloraba desconsoladamente mientras observaba a su madre y a su tía Luisa que estaban siendo apaliadas y arrastradas de sus trenzas por la policía durante una de las tantas redadas a su comunidad. Relmutray vio los moratones, hematomas y heridas cortantes sufridas por su madre; vio en internet las muestras de torturas sufridas en custodia policial por su hermano Waikilaf, escuchó a su madre denunciar ante los medios de comunicación que sufrió un aborto como consecuencia de las torturas en una comisaría de Temuco e igualmente vio videos de su tía Luisa encadenada de pies y manos, como una peligrosa terrorista, cuando convalecía en un hospital en Temuco tras una prolongada huelga de hambre.

Todos estos violentos episodios al que la niña fue expuesta de manera reiterada, directa o indirectamente, les hizo acumular emociones traumáticas contenidas, no expresadas por la falta de un tratamiento de psicoterapia adecuado y oportuno. Estos síntomas emergieron con terribles consecuencias psicológicas para esta niña Mapuche, la cual comienza ahora a vivir, siendo víctima de la represión chilena y a la cual los médicos Suizos trataron de aliviar, aunque con resultado inconcluso.

La situación traumática que vivió Relmutray es la realidad que hoy sufren muchos niños mapuches. Portavoces mapuches han denunciado en Naciones Unidas, y otras organizaciones de derechos humanos, como la policía chilena saca de clase a niños/as, hijos de activistas y líderes mapuches, para interrogarlos. Otros niños son interceptados e interrogados por la policía durante el trayecto de ida o vuelta a la escuela, algunos son detenidos y subidos a helicópteros desde donde se les amenaza con ser lanzados al vacío si no incriminaba a su familia o incriminaba a otras; como es el caso del niño de 14 años de edad F.P.M. de Maquehue (lugar cercano a Temuco). El 16 de octubre de 2009 la Machi* Adriana Loncomilla, fue violentamente golpeada por la policía, amarrada y tirada al suelo delante de sus niños.

La detención e intimidación de niños es una práctica rutinaria en comunidades “en conflicto” como es el caso de la comunidad Temucuicui. Esto hace que algunos niños opten por no ir a la escuela y vayan a esconderse a los bosques cercanos por temor de ser detenidos y violentados por la policía. Este fin de semana la Comunidad Temucuicui nuevamente fue allanada; informaciones proporcionadas por las autoridades mapuches de dicha comunidad señalan que el 5 de agosto, pasadas las 20 pm, carabineros de fuerzas especiales penetraron en el interior de la Comunidad, disparando con sus armamentos de guerra y lanzando bombas lacrimógenas y bengalas nocturnas. “La comunidad es un campo de batalla, disparan contra todos los miembros de la comunidad incluyendo ancianos, mujeres y niños”, señala el comunicado del werken* de la comunidad.

Es importante enfatizar que la represión de la policía, y de las bandas paramilitares de los latifundistas, contra dirigentes mapuches se efectúa con el beneplácito de las autoridades chilenas, quienes desvirtúan los hechos, buscando excusas para disminuir el impacto y la gravedad de las denuncias, o simplemente justifican los excesos y el abuso de poder de la policía. Aún existe la tendencia racista del winka* (blanco) de imputar al mapuche cualquier delito ocurrido en Araucanía, porque de acuerdo con su mentalidad colonialista de antaño, existe la presunción de que el “indio”* o la “china”* deben ser los culpables.

La pequeña Relmutray no sólo presenció las agresiones sufridas por sus padres, hermanos, tía y abuela sino que también fue detenida numerosas veces e interrogada por la policía, negándole los procedimientos legales de acuerdo a las normas internacionales, incluyendo la Convención sobre los Derechos del Niño. También fue objeto en la escuela local del racismo de sus compañeras de clase, en su tiempo señalo: “mis compañeras se burlan de mí, me insultan y me pegan, porque soy mapuche”, y agregaba que “no puedo defenderme por temor de ser expulsada del colegio”. Esta actitud del estudiantado no mapuche se debe a la visión degradante que el sistema educacional chileno presenta de la cultura mapuche y de su historia, proveyendo con argumentos superficiales al niño chileno, quien se siente racialmente superior con licencia para atacar, burlarse y humillar al niño mapuche por su condición de indígena.

Veamos tan solo un ejemplo de cómo el niño mapuche debe sobrevivir en un país racista, donde paradójicamente según sus propias estadísticas más de un 70% de su población tiene mestizaje sanguíneo de origen indígena, pero que por los perjuicios raciales y peyorativos, el chileno común solo se identifica con la cultura europea, a la que ven superior y como la única válida. He aquí un ejemplo: Claudio Marcelo Cayupil Conejeros, oriundo de Talcahuano (Chile), producto de la persecución política en su contra y que se extendió por años, debió solicitar asilo en los Estados Unidos de América, nos dice: “En el colegio en muchas ocasiones fui golpeado, en la cabeza, cara y manos […] para mis compañeros de curso era la persona ideal de la cual se podían burlar, tratándome de indio, ofendiendo a mi familia y mi apellido. En el año 1996 sufrí un accidente en el colegio, por defenderme de los acosos de mis compañeros, fui empujado por las escaleras desde un segundo piso, terminé en el hospital en donde me pusieron 6 puntos en la cabeza”... “Mi infancia y adolescencia fue realmente difícil, fui marginado, me dañaron a mí y mi familia, física y psicológicamente, nos privaron de nuestros derechos y de una vida normal...”(1)

Este es el ambiente educacional que muchos niños mapuches deben vivir diariamente, en salas y colegios chilenos, donde no existe política institucional contra el acoso racial. Por el contrario, el racismo es solapadamente incentivado por un sistema educacional que refleja la mentalidad medieval colonialista europea contra el indígena. [Relmutray también sufrió este tratamiento en Chile. A pesar de estar viviendo en el corazón mismo de la Araucania, sus compañeras de clase se burlaban de ella por su condición de indígena y porque su madre estaba en prisión.]

Este es el resultado de la doctrina de superioridad racial que es promovida como válida, en la cual se basa el sistema educacional chileno para imponer la uniformidad cultural y la “unidad” nacional, que está enfocada a destruir la diversidad cultural existente en el país. Esto a pesar de que las Naciones Unidas, en numerosos instrumentos internacionales, dice que toda doctrina basada en la “superioridad racial es científicamente falsa y condenable”. Los objetivos son los de justificar la negación de los derechos del pueblo Mapuche para despojarlo de su tierra, recursos naturales e identidad cultural, bajo el pretexto de “integración” que ellos llaman “chilenidad”.

Controvertido Retorno de Relmutray

Desde su liberación, la Lonko Juana, además de continuar la lucha con más determinación que nunca por la justicia y la libertad, su cometido es aliviar los efectos que su detención causó a su familia. En carta dirigida al Presidente de Chile, del que nunca tuvo respuesta, comenta sobre su detención y la persecución política que ha sido objeto, señaló: “Esto ha provocado la desarticulación de los miembros de mi Comunidad y particularmente mi núcleo familiar, los que han sido hostigados, torturados, perseguidos, aterrorizados y encarcelados por el gobierno anterior.” (2)

El viaje a Suiza de la lonko Juana forma parte de esa aspiración de reconstruir su núcleo familiar. Sin embargo, al ser interrumpido el actual tratamiento médico, el vulnerable estado de salud de Relmutray puede verse perjudicado. Los estudios hechos sobre TEPT indican que los niños son particularmente vulnerables al revivir un trauma emocional y psicológico si son nuevamente expuestos al mismo escenario de violencia y terror, como de seguro será el caso de Relmutray a su vuelta a Chile. Hay que tener en cuente que los problemas que afectan a su comunidad no han sido resueltos por las autoridades chilenas. Es totalmente predictible asumir que la posible detención de la lonko Juana a su retorno a Chile puede ser motivo suficiente para que la niña sufra nuevamente una descompensación emocional. En Suiza, país donde los derechos del niño son considerados un derecho humano fundamental y donde la Convención de los Derechos del Niño no es –como en Chile- letra muerta, es simplemente inconcebible pensar que Relmutray sea devuelta a Chile, sin que se hayan tomado medidas precautorias.

Exponer a Relmutray al mismo escenario de represión que la actual democracia chilena sigue sometiendo a los líderes y autoridades mapuches es ilógico y cruel; porque la represión también está dirigida contra sus familias, incluyendo los niños, víctimas de un conflicto centenario. Sus casas son continuamente sometidas a redadas, como frecuentemente pasa en la comunidad Juan Paillalef y en la comunidad Temucuicui, por citar dos ejemplos. La policía se lleva los ordenadores, teléfonos móviles y herramientas de trabajo doméstico, clasificándolos como materiales subversivos, porque el objetivo de la represión chilena contra los dirigentes mapuches apunta también a empobrecerlos y aislarlos. Es constante el hostigamiento y las continuas amenazas y torturas infligidas a los dirigentes mapuches, ya sea en los centros de detención o en la calle, como fue el caso de Claudio Marcelo Cayupil, quien tras ser reconocido por la policía fue atacado dejándolo inconsciente tirado en la calle: “Fui esposado, golpeado en las pantorrillas con una macana, golpeado severamente en la cara y mis genitales, se atentó contra mi vida, mi integridad física y psicológica […] finalmente se retiraron amenazándome de muerte y encarcelamiento de por vida”(1).

Defensores de los derechos humanos han denunciado que la persecución oficial y semi-oficial de la policía contra dirigentes mapuches y sus familiares es presumiblemente incentivada y remunerada por poderosos latifundistas, empresas forestales y de otra índole que ocupan ilegalmente territorios ancestrales de la nación Mapuche. Las denuncias se basan en una práctica policial generalizada en la que la represión selectiva se conduce de manera extrajudicial, vulnerando el estado de derecho chileno, porque las detenciones y allanamientos se realizan sin una orden judicial correspondiente y a los detenidos no se les informa de las razones de su detención ni se les leen sus derechos.

Las consecuencias para los dirigentes y sus familias mapuches son de tal gravedad que muchos optan por la clandestinidad o el autoexilio interno, y un minúsculo número de ellos solicitan asilo en el exterior, como es el caso de Claudio Cayupil, Flor Calfunao y Pascual Pichun. Otros son llevados al suicidio como ocurriera con el comunero mapuche José Marcelo Toro Ñanco, integrante de la comunidad Wente Winkul Mapu de Chekenko, padre de 3 niños, quien el 29 de octubre de 2009 se suicidó por los continuos allanamientos, acoso y seguimiento policial que era objeto por orden de la fiscalía.

Este es el triste panorama que la niña Relmutray tendrá que afrontar cuando vuelva; un país que vulnera los derechos humanos y las libertades fundamentales de un pueblo al que están empeñados a hacerlo desaparecer. Entre todas las transgresiones, la vulneración de los derechos del niño quizás esté entre las más graves. Los niños representan el futuro de una nación, un estado que no respeta los derechos humanos, étnicos y culturales de los pequeños es un estado desnaturalizado, condenado a perpetuar el conflicto que actualmente tiene con sus mayores. Para el mapuche está claro que mientras nuestro pueblo este administrado por los estados de Chile y Argentina estas atrocidades siguieran cometiéndose, esto nos indica la necesidad de continuar nuestra lucha por la restitución del derecho de nuestro pueblo a la autonomía y libre determinación para garantizar que los derechos de los niños dejen de ser vulnerados y puedan crecer y desarrollarse en paz como cualquier niño en cualquier país civilizado.

Bibliografía

Testimonio sobre racismo y persecución política en Chile - Joven Mapuche solicita refugio en los Estados Unidos de América. Mapuche International Link
Carta de lonko Juana Calfunao a Presidente Sebastián Piñera - martes 22 de febrero de 2011 - Mapuche International Link

Vocablos mapuche utilizados

Lonko = autoridad civil local
Machi = líder espiritual
Winka = blanco, extranjero
werken = emisario, mensajero
Wallmapu = nombre de la totalidad del territorio Mapuche (Araucanía y Patagonia, puel y ngulumapu)
“indio”, “china” = Son peyorativos racistas para indicar que el indígena es inferior al blanco
- http://www.mapuche-nation.org/espanol/html/articulos/art-160.htm

http://futatrawun.blogspot.com/

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